Descripción
Toda la novela se configura como una extensa confesión metafísica. Unamuno se despieza a sí mismo, se convierte en ficción, se reinventa. Por ello su personaje acaba cobrando vida: la pretensión de la obra es cohesionar de tal forma ficción y realidad que el propio lector se sienta confuso, cierre las páginas del libro preguntándose aún qué hay de cierto y qué hay de novelesco (de nivolesco) en él. De esta forma se transportan al sentir de Miguel por entonces: un periodo de crisis, de preguntas, de vacíos espirituales.