Descripción
«De este modo Sarmiento, sin saberlo, colabora con el armado de esta “estructura xenofóbica” que comenzó a operar en Argentina a partir de 1880 y que, aún hoy, continúa siendo operativa toda vez que un inmigrante boliviano, peruano, brasilero o paraguayo —todos los sujetos que portan las marcas de su etnia original siendo ésta distinta a la de los blancos—llega a la Argentina en busca de mejores ofertas laborales. Sujetos que, en las charlas cotidianas de los argentinos, suelen ser identificados nominal y despectivamente como “bolitas”, “perucas”, “brasucas” y “paraguas”, como la resaca indeseable de los procesos de exclusión capitalista continental. Se trata de una colonialidad
reciclada, metamorfoseada, que siempre halla el modo de revitalizarse con el fin último de mantener sus prerrogativas y la justificación de sus prácticas: la histórica consumición de los cuerpos del indígena, del gaucho, del negro, del inmigrante.
DAVID SOLODKOW