Descripción
Antes que la tierra, el mar y el cielo fueran creados, todo tenía el mismo aspecto: una masa confusa e informe a la que llamaron Caos. Sin embargo, en el interior de esa masa, dormían las semillas de todo cuanto existe. La tierra, el mar y el aire estaban mezclados unos con otros de forma que ni la tierra era sólida, ni el mar líquido, ni el aire transparente. Los Dioses y la naturaleza al final intervinieron y pusieron fin a este desorden, separando a la tierra del mar y al cielo de los otros dos. La parte incandescente, al ser más ligera, se elevó y formó los cielos; el aire fue el siguiente en peso y por tanto en lugar. La tierra, al ser más pesada, quedó por debajo del aire, pero flotando sobre el agua que formó la capa más profunda.