Descripción
Los tangos reos condensan las historias de los parias de la sociedad porteña de una época en la que la ciudad todavía no había sido enlazada por cables y alambres. A fines del siglo XIX Buenos Aires aún mantenía resabios repulsivos para los guardianes del orden y el decoro públicos. Malevos, escruchantes, cafishos y minas, con la esencial compañía de la faca, la ganzúa o el bufoso, recorrían los arrabales barrosos en busca de escabio, gilurdos, compadritos, guita o falopa. Ese mundo tenía una fecha de extinción pautada, porque el progreso de una gran aldea en vías de convertirse en metrópoli acabaría con ese Buenos Aires campero Pero sus personajes característicos fueron rescatados, desde la década de 1920, por poetas que provenían de esos mismos ambientes marginales o que habían escuchado los relatos de la ciudad antigua.